Ubicado en Boconó, entre los estados Trujillo y Portuguesa, se esconde una belleza natural poco promocionada en nuestro país y desconocida hasta por sus mismos coterráneos, un destino que vale la pena descubrir para aquellos que quieren recorrer cada rincón de Venezuela. En lo más alto del estado Trujillo, en los andes venezolanos, envuelto dentro de una espesa neblina y matizado con tonalidades de verde se encuentra la Laguna de los Cedros.
Dentro del Parque Nacional Guaramacal, sobre la falla de Boconó, se esconde una laguna que es la principal atracción de los Cedros, rincón ideal para el disfrute familiar y el reencuentro personal con la naturaleza. La temperatura promedio del lugar oscila entre los 4 y 32 grados centígrados, frío que solo logra ser apaciguado con el “miche” andino, el “calentaíto” trujillano o con un buen cocuy artesanal, para los de gusto poco aguardentoso nunca falta el chocolate y café caliente.
Un muy bonito paisaje en la ciudada jardin.
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